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sábado, junio 13, 2015

Vestido de novia | Pierre Lemaitre


Está sentada en el suelo, con la espalda contra la pared y las piernas estiradas, jadeante.
Léo está pegado a ella, inmóvil y tiene su cabeza en el regazo. Con una mano ella acaricia el pelo y con la otra intenta secarse los ojos, pero con movimientos desordenados. Llora. Algunos sollozos se convierten en gritos, chilla, le sale de las entrañas. Cabecea. A veces, la pena es tan intensa que se golpea la parte de atrás de la cabeza contra el tabique. El dolor la reconforta un poco pero no tarda en notar que todo se le vuelve a derrumbar dentro. Léo se porta muy bien, no se mueve. Baja los ojos hacia él, lo mira, le estrecha la cabeza contra el vientre y llora. Nadie puede imaginarse lo desgraciada que es.

Aquella mañana, como tantas otras, se despertó llorando y con un nudo en la garganta, aunque no tenía ninguna preocupación concreta. En su vida, el llanto no es nada excepcional: las lágrimas la acompañan todas las noches desde que está loca. Si por las mañanas no se notara las mejillas empapadas, podría llegar a creer que pasa noches tranquilas de sueño profundo. Por las mañanas, la cara llena de lágrimas y la garganta atenazada son mera información. ¿Desde cuando? ¿Desde que Vincent sufrió el accidente? ¿Desde su muerte? ¿Desde la primera muerte, muy anterior?
Se ha enderezado apoyándose en un codo. Se seca los ojos con la sábana mientras busca los cigarrillos a tientas y, al no encontrarlos, se acuerda de pronto de dónde está. Lo recuerda todo, lo que sucedió el día anterior, la velada… Recuerda inmediatamente que tiene que irse, salir de esa casa. Levantarse e irse, pero se queda ahí, clavada en la cama, incapaz de un gesto mínimo. Agotada.


Segundo libro que leo de Pierre Lemaitre, y me encuentro con otra novela cojonuda. Es una gozada poder disfrutar de este autor. Una trama de terror muy bien construida y que en todo momento estás deseando avanzar para ver como se desarrollará la venganza.

domingo, noviembre 16, 2014

Nos vemos allá arriba | Pierre Lemaitre


Todos los que pensaban que aquella guerra acabaría pronto habían muerto hacía mucho tiempo. Precisamente a causa de la guerra. Así que, en octubre, Albert recibió con bastante escepticismo los rumores sobre un armisticio. Les dio tanto crédito como a la pro- paganda del principio, que aseguraba, por ejemplo, que las balas de los boches eran tan blandas que se estrellaban contra los uniformes igual que peras pasadas, y provocaban las carcajadas de los regi- mientos franceses. En cuatro años, Albert había visto la tira de tipos muertos de risa por el impacto de una bala alemana.
Era consciente de que su negativa a creer en la inminencia de un armisticio tenía algo de superstición: cuanto más se espera la paz, menos crédito se da a las noticias que la anuncian, es un modo de ahuyentar la mala suerte. Sólo que esas noticias llegaban día tras día en secuencias cada vez más seguidas y en todas partes se repetía que la guerra estaba realmente a punto de terminar. Por increíble que pudiera parecer, incluso se pronunciaron discursos sobre la necesidad de desmovilizar a los veteranos, que llevaban años en el frente. Cuando el armisticio se convirtió al fin en una perspectiva razonable, hasta los más pesimistas empezaron a aca- riciar la esperanza de salir con vida de la contienda. En conse- cuencia, nadie siguió mostrando el mismo ardor en las cuestiones ofensivas. Se decía que la 163.a División de Infantería intentaría cruzar el Meuse por la fuerza. Aún había quien hablaba de liarse a guantazos con el enemigo, pero, en términos generales, entre los de abajo, entre Albert y sus camaradas, después de la victoria de los aliados en Flandes, la liberación de Lille, la derrota austríaca y la capitulación de los turcos, había mucho menos entusiasmo que entre los oficiales.


Una preciosa novela sobre la amistad de dos soldados en el que la guerra les ha destrozado la vida. Nunca había leído nada de Pierre Lemaitre, pero en este libro ha creado una historia redonda con unos personajes magistralmente trazados. Si tienes ganas de leer un libro diferente, que te atrape y te emocione, esta es una óptima opción.