jueves, octubre 30, 2014

miércoles, octubre 29, 2014

CITIx60 City Guides





¿Qué se le puede pedir a una guía además de que tenga mucha información útil? Pues que sea un placer para el sentido de la vista y el tacto. Cuidado porque pueden ser adictivas!!!! CITIx60 City Guides.

lunes, octubre 27, 2014

Galveston | Nic Pizzolatto


Un médico me fotografió los pulmones. Estaban reple­ tos de copos de nieve.
Al salir de la consulta me pareció que todos los pre­ sentes en la sala de espera se alegraban de no ser yo. Ciertas cosas se notan en la cara de la gente.
Yo ya sospechaba que algo iba mal porque unos días antes, al subir dos tramos de escalera persiguiendo a un tipo, había notado que me costaba respirar, como si cargase con unas pesas en el pecho. Había pasado un par de semanas bebiendo más de la cuenta, pero tuve claro que se trataba de algo más que eso. Me dio tanta rabia ese dolor repentino que le rompí la mano al tipo. Escupió algún diente y se quejó a Stan de que le parecía excesivo.
Pero es que siempre me han dado trabajo por eso. Porque soy excesivo.
Le conté a Stan lo del dolor en el pecho y me mandó a un médico que le debía cuarenta de los grandes.
Al salir de la consulta, saqué los cigarrillos del bol­ sillo de la chaqueta y empecé a estrujar el paquete, pero decidí que no era un buen momento para dejarlo. En­ cendí uno allí mismo, en la acera, pero no me supo bien y el humo me hizo pensar en los hilos de algodón que se entretejían en mis pulmones. Los coches y autobuses circulaban a escasa velocidad y la luz del sol arrancaba destellos de sus cristales y de los cromados de las carrocerías.


Lo primero que tengo que decir es que soy un incondicional de Nic Pizzolatto, y cuando me enteré que podía leer un libro suyo, no me lo pensé. Galveston me ha encantado; una historia de personajes y escenarios. Desde la primera página empiezas a disfrutar de un universo muy particular y en todo momento sabes que no todo va a terminar con un feliz final. Si te gusta la novela negra, éste es un libro que ya estás tardando en disfruar.

domingo, octubre 26, 2014

Javiera Mena | Otra Era



Esta canción nos dejó pillados el otro día escuchando radio 3. No teníamos ni idea de quienes eran y hoy por casualidad visualizando Pinterest… apareció. Un buen tema, para dar la bienvenida al duro lunes

Customiza tu vehículo…




Menuda locura de costumización y únicamente con un rotulador y mucho arte. Customized Car With A Marker.

martes, octubre 21, 2014

Andrea Torres Balaguer


Alucinando con el trabajo de la fotógrafa Andrea Torres Balaguer, esta imagen nos ha dejado sin palabras…

Danny Demers





Empezamos la semana con un portfolio impecable. Danny Demers es un diseñador que diseña de una manera elegante, bella, inteligente…

sábado, octubre 18, 2014

Gomorra | Roberto Saviano


El contenedor se balanceaba mientras la grúa lo transportaba hacia el barco. Como si estuviera flotando en el aire, el spreader, el mecanismo que engancha el contenedor a la grúa, no lograba controlar el movimiento. Las puertas mal cerradas se abrieron de golpe y empezaron a llover decenas de cuerpos. Parecían maniquíes. Pero en el suelo las cabezas se partían como si fueran cráneos de verdad. Y eran cráneos. Del contenedor salían hombres y mujeres. También algunos niños. Muertos. Congelados, muy juntos, uno sobre otro. En fila, apretujados como sardinas en lata. Eran los chinos que no mueren nunca. Los eternos que se pasan los documentos de uno a otro. Ahí es donde habían acabado. Los cuerpos que las imaginaciones más calenturientas suponían cocinados en los restaurantes, enterrados en los huertos de los alrededores de las fábricas, arrojados por la boca del Vesubio. Estaban allí. Caían del contenedor de decenas, con el nombre escrito en una tarjeta atada a un cordón colgado del cuello. Todos habían ahorrado para que los enterraran en su ciudad natal, en China. Dejaban que les retuviesen un porcentaje del sueldo y, a cambio, tenían garantizado un viajes de regreso una vez muertos. Un espacio en un contenedor y un agujero en un pedazo de tierra china. Cuando el hombre que manejaba la grúa del puerto me lo contó, se tapó la cara con las manos y siguió mirándome a través del espacio que había dejado entre los dedos. Como si aquella máscara de manos le infundiera valor para hablar. Había visto caer cuerpos y ni siquiera había tenido que dar la vox de alarma, que avisar a nadie. Simplemente había depositado el contenedor en el suelo, y decenas de personas surgidas de la nada los habían metido todos dentro y habían retirado los restos con un aspirador.


Qué ganas tenía de leer este libro; y qué decepción me he llevado con él. Supuse que sería una historia novelada sobre los entresijos de la camorra italiana. Y lo que me encuentro es casi con un listín de nombres, motes y fechorías. Casi me ha dado un patatus para poder acabarlo; si tubiese que describirlo con una palabra sería SOPORÍFERO.

Motley Mutton




Nos prenguntábamos. ¿Cómo se puede hacer algo tan bonito? Menudos personajes… Motley Mutton.

Hotel No Hotel





Hotel No Hotel, el nombre además de ser una genialidad, lo dice todo. Viendo las instantáneas nos preguntamos ¿cómo harán las camas? Hotel No Hotel.

jueves, octubre 16, 2014

Dopeeng



Ya sabéis que aquí nos gustan las cosas diferentes, pues hoy hemos flipado con este spot de suplementos deportivos. Uno ya está aburrido de los típicos canones, modelos, esteriotipos… Thelema Artworks da un giro de 180º y el resultado es genial.

Slevin Aaron




En la web de Deviant Art te puedes perder horas y horas y más horas. En esta ocasión os mostramos parte del trabajo fotográfico de Slevin Aaron. Un auténtico pasote poder disfrutar del mundo tan particular de este artista.

martes, octubre 14, 2014

Yo antes de ti | Jojo Moyes


Cuando él sale del baño ella está despierta, recostada contra las almohadas, hojeando los folletos de viaje que había junto a la cama. Viste una de las camisetas de él y su larga melena enmarañada evoca imágenes de la noche anterior. Él se queda ahí, disfrutando de ese breve recuerdo, mientras se seca el pelo con una toalla. Ella alza la vista del folleto y hace un mohín. Es tal vez un poco demasiado mayor para hacer mohínes, pero llevan saliendo tan poco tiempo que aún resulta encantador.
-¿De verdad tenemos que hacer senderismo por las montañas o lanzarnos por barrancos? Son las primeras vacaciones de verdad que pasamos juntos y aquí no hay ni un solo viaje, literalmente, que no implique arrojarse de algún lugar o…
-finge que la recorre un escalofrío-, o llevar forro polar.
Tiran los folletos sobre la cama y estira unos brazos color caramelo sobre la cabeza. Tiene la voz ronca, legado de esas horas de sueño perdidas.
-¿Qué tal un balneario de lujo en Bali? Podríamos tumbarnos sobre la arena… pasar las horas como reyes…; noches largas y relajantes.
-Soy incompatible con ese tipo de vacaciones. Necesito hacer algo.


Suponía que un libro con una portada tan bonita sólo podía albergar una preciosa historia; y en esta ocasión no me he equivocado. Jojo Moyes nos platea un relato que te invita a la reflexión y hará que te replantes un par de cosas en la vida. Ha sido una gozada poder disfrutar de estos personajes y sus situaciones.

lunes, octubre 13, 2014

Concep Raw




A la hora de afrontar la creación de un packaging para una serie de productos hay infinidad de enfoques. Pero cuando la premisa es que lo importante es el producto; sólo hay uno. Haz todo lo posible para arropar pero no le restes importancia a lo que queremos vender. Pues hoy os presentamos el proyecto Raw, donde han seguido esta premisa de una forma impecable.

Impressive Pen Drawings by CJ Hendry




Otra artista hiperrealista que añadimos a nuestra lista de favoritos. Es impresionante la paciencia que CJ Hendry tiene que tener para crear sus obras. Impressive Pen Drawings by CJ Hendry.

jueves, octubre 09, 2014

El mundo en miniatura de Richard Tuschman




Richard Tuschman es un artista que trabaja con miniaturas pero su arte puede ser cualquier cosa menos diminuto. Os dejamos un interesante enlace donde le entrevistan en Adobe Inspire Magazine.

Rediseño USPS





Brutal el rediseño que se han marcado los de la agencia estadounidense Grand Army. Es resultado espectacular, reconocible y supercontundente.

miércoles, octubre 08, 2014

El canto del cuco | Robert Calbraith



La agitación en la calle era como el zumbido de las moscas. Los fotógrafos se apiñaban tras las vallas vigiladas por la policía, con sus grandes cámaras preparadas y el aliento elevándose como el vapor. La nieve caía ininterrumpidamente sobre gorros y hombros, los dedos enguantados limpiaban las lentes. De vez en cuando, se oían arranques esporádicos chasquidos: los observadores ocupaban el tiempo de espera sacando fotos a la carpa de lona blanca que estaba en medio de la calle, a la entrada del alto edificio de apartamentos de ladrillo rojo que había detrás del balcón del piso superior desde donde había caído el cuerpo. Tras los apretujados paparazzi había furgonetas blancas con enormes antenas parabólicas sobre el techo y periodistas hablando, algunos en idiomas extranjeros, mientras alrededor merodeaban técnicos de sonido con los auriculares puestos. En los descansos de las grabaciones, los reporteros pateaban el suelo y se calentaban las manos con tazas de café caliente de la rebosante cafetería que estaba a pocas calles de distancia. Para matar el tiempo, los cámaras, cubiertos con gorros de lana, grababan las espaldas de los fotógrafos, el balcón, la carpa donde se ocultaba el cuerpo y, después, buscaban otra ubicación para planos generales que abarcaban el caos que se había desatado en aquella tranquila calle de Mayfair cubierta de nieve, con sus filas de brillantes puertas negras enmarcadas en portales de piedra blanca flanqueados por arbustos podados de forma ornamental.


Lo reconozco… he leído demasiada novela de género y es difícil sorprenderme. Por eso, la mayoría de estos libros me aburren hasta la saciedad. Que es, lo que me ha ocurrido con El canto del Cuco. Una historia sin giros, sin clímax, llana como una gigantesca meseta. Lo único que me llamó la atención era la historia que tenía detrás. La autora de Harry Potter, J. K. Rowling, lo había escrito bajo seudónimo. No me pude resistir; y como suelen decir, la curiosidad mató al gato. Casi mejor que no se hubiese escrito nunca.

Skull-Shaped Japanese Sugar








 Ya sabéis de nuestra debilidad por las cosas con forma de calavera, hoy tomando el primer coffee de la mañana; descubrimos estas pequeñas y dulces joyitas. Skull-Shaped Japanese Sugar.