domingo, diciembre 20, 2009

Estupor y Temblores por Amélie Nothomb


El señor Haneda era el superior del señor Omochi, que era el superior del señor Saito, que era el superior de la señorita Mori, que era mi superiora. Y yo no era la superiora de nadie.
Podríamos decirlo de otro modo. Yo estaba a las órdenes de la señorita Mori, que estaba a las órdenes del señor Saito, y así sucesivamente, con tal precisión que, siguiendo el escalafón, las órdenes podían ir saltando los niveles jerárquicos.
Así pues, en la compañía Yumimoto yo estba a las órdenes de todo el mundo.
El 8 de enero de 1990, el ascensor me escupió en el último piso del edificio Yumimoto. El ventanal, al fondo del vestíbulo, me aspiró como lo habría hecho la ventanilla rota de un avión. Lejos, muy lejos, se veía una ciudad tan lejos que dudaba haberla pisado jamás.


Esta autora es muy curiosa, bueno sus historias. Hace no mucho ya comentábamos uno de sus libros. En éste ocurre lo mismo, una historia con tintes bibliográficos muy original, triste y al mismo tiempo divertida. La historia trata sobre una occidental trabajando en una de las mayores empresas de Tokio. Y toda la trama versa sobre las relaciones, personales y profesionales, de una chica de otro país con sus superiores nipones. Si te apetece leer una corta historia delirante sobre absurdos trabajos, órdenes, tareas repetitivas, humillaciones… este puede ser tu libro.

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