jueves, agosto 27, 2009

After Dark | Haruki Murakami


Perfil de una gran ciudad.
Captamos esta imagen desde las alturas, a través de los ojos de un ave nocturna que vuela muy alto.
En el amplio panorama, la ciudad parece un gigantesco ser vivo. O el conjunto de una multitud de corpúsculos entrelazados. Innumerables vasos sanguíneos se extienden hasta el último ricón de ese cuerpo imposible de definir, transportan la sangre, renuevan sin descanso las células. Envían información nueva y retiran información vieja. Envían consumo nuevo y retiran consumo viejo. Envían contradicciones nuevas y retiran contradicciones viejas. Al ritmo de las pulsaciones del corazón parpadea todo el cuerpo. se inflama de fiebre, bulle. La medianoche se acercay, una vez superado el momento de máxima actividad, el metabolismo basal sigue, sin flaquear, a fin de mantener el cuerpo con vida. Suyo es el zumbido que emite la ciudad en un bajo sostenido. Un zumbido sin visicitudes, monótono, aunque lleno de presentimientos.
Nuestra mirada escoge una zona donde se concentra la luz, enfoca aquel punto. Empezamos a descender.


Leer a Murakami es una gozada, de momento, este es un libro de trasición donde el autor no tiene que demostrar nada. Lo insatisfactorio llega cuando queremos entender todos los giros que nos muestra, en esta ocasión quién es el hombre de la máscara y porque mira y no actúa? Muchos dicen que esta obra está relacionada con Alicia y el País de las Maravillas. No sabemos si es un viaje irreal, un sueño, una paranoia… un libro no muy extenso que recomendamos que se lea de una tacada. Me encantó la manera en la que nos introduce en la historia y también la manera en que nos saca y lo de que la ciudad de la historia es como un inmenso organismo vivo.

7 comentarios:

Isi dijo...

Tiene que ser el que maltrató a la china, y se deja el lapicero olvidado... La mira porque desde el otro mundo basta con desear algo para conseguirlo; no tienes que hacer nada, y por eso se queda quieto mirando a Eri.
Pero ya no tengo ni idea de por qué luego desaparece del otro mundo.

Mork dijo...

Hola isi me gusta y me aclaran bastantes cosas eso de q en el otro mundo con desear se consiguen las cosas. Ahora sólo me queda saber pq ese personaje oculta su rostro, q es lo q no quiere enseñar o que veamos. O igual lo q hace es ocultarse a sí mismo pq no se gusta, o bueno no se gusta en el primer mundo o en el de fuera de la pantalla. Se oculta de si mismo o se oculta a los demás. Aunq en el primer mundo también lleva careta aunq no sea física…

Garci dijo...

Creo que este hombre es imposible que se guste en ninguno de los dos mundos, no es su realidad.
He leído dos libros de Murakami “Tokio Blues” y este, como escritor me ha gustado mucho. Estoy pensando en otro libro para leer, como gran lector de Murakami que me recomiendas?

Mork dijo...

Hola Garci, pues está claro, tienes q leer 3 indispensables de este CRACK. Kafka en la orilla, Spunik mi amor y El pájaro q da cuerda al mundo… decide pq te puedo dejar el q quieras. Q sepas q kafka es el más complicado.

Y explicame eso de q no es su realidad ninguno de esos dos mundos…

Garci dijo...

Realidad no tiene, su vida es un pequeño montaje de cara al exterior, en el otro mundo es un mero reflejo de su persona como Eri, coinciden en un lugar dentro de los “SUEÑOS” todo es de noche, el día es otra realidad,
¡Vamos digo yo!
Veo que estás bien surtido de material, tú mismo pero empecemos por lo fácil, ahora estoy terminando con los caballos de Isi.

Mork dijo...

Hola Garci, osea q ese personaje no lleva a esa chica a la otra realidad, pensándolo así es más fácil de entender. Pero el en esa realidad está tranquilo observando pero ella no, es como si el la hubiese metido dentro. Una paranoia gorda veo yo este libro. Cuando te apetezca pideme el de spunik mi amor

Garci dijo...

Cuando llega el día desaparecen del otro mundo los dos, Eri y el hombre de la máscara que no tiene orificios (para ver, oír, hablar) por eso digo que coinciden en el mundo de los sueños. El libro spunik si puedes la próxima semana que ya termino el otro.